 Se completan 7 días en los que el
pueblo colombiano ha salido a las calles expresar toda la indignación,
descontento por la grave situación económica que a diario parecen millones de
colombianos, igualmente para manifestar su inconformidad por los altos índices de
corrupción, impunidad, violencia contra el movimiento social y falta de
garantías para el ejercicio del derecho a la protesta y la persistencia del
paramilitarismo, al tiempo que la presencia en la calle ha demostrado en estos
7 días, que el pueblo está venciendo el miedo. Después de estos siete días de
movilización, debemos decir que la indignación del pueblo desbordo toda
expectativa que tenían los convocantes del paro y ahora es necesario
transformar ese sentimiento de rabia, en proceso organizativo que se mantenga en
la lucha, construyendo los objetivos de la misma, para que la indignación no
termine convertida en frustración.
Se completan 7 días en los que el
pueblo colombiano ha salido a las calles expresar toda la indignación,
descontento por la grave situación económica que a diario parecen millones de
colombianos, igualmente para manifestar su inconformidad por los altos índices de
corrupción, impunidad, violencia contra el movimiento social y falta de
garantías para el ejercicio del derecho a la protesta y la persistencia del
paramilitarismo, al tiempo que la presencia en la calle ha demostrado en estos
7 días, que el pueblo está venciendo el miedo. Después de estos siete días de
movilización, debemos decir que la indignación del pueblo desbordo toda
expectativa que tenían los convocantes del paro y ahora es necesario
transformar ese sentimiento de rabia, en proceso organizativo que se mantenga en
la lucha, construyendo los objetivos de la misma, para que la indignación no
termine convertida en frustración.
 Cómo revolucionarios debemos
comprender que nuestro papel, es estar al lado del pueblo y sus luchas,
contribuyendo a elevar el nivel de conciencia y fortaleciendo la dinámica
organizativa que permita obtener resultados que transformen la realidad del
pueblo indignado. En este sentido es necesario que participando en todas las
jornadas de movilización, como lo ha hecho la militancia del partido comunista
en Bogotá, también tomemos la iniciativa para organizar las asambleas populares
de barrio y desde allí desarrollar la pedagogía necesaria que permita a la
gente ampliar su comprensión sobre los motivos que justifican esta movilización,
al mismo tiempo que se incorporen a ese pliego las reivindicaciones locales más
inmediatas. Es necesario saludar y reconocer el compromiso que han mostrado los
militantes comunistas de Bogotá en el impulso de las jornadas de protesta en
muchas localidades y en distintos sectores sociales que están en pie de lucha
con mucha iniciativa y compromiso frente a la protesta y la indignación
ciudadana.
Cómo revolucionarios debemos
comprender que nuestro papel, es estar al lado del pueblo y sus luchas,
contribuyendo a elevar el nivel de conciencia y fortaleciendo la dinámica
organizativa que permita obtener resultados que transformen la realidad del
pueblo indignado. En este sentido es necesario que participando en todas las
jornadas de movilización, como lo ha hecho la militancia del partido comunista
en Bogotá, también tomemos la iniciativa para organizar las asambleas populares
de barrio y desde allí desarrollar la pedagogía necesaria que permita a la
gente ampliar su comprensión sobre los motivos que justifican esta movilización,
al mismo tiempo que se incorporen a ese pliego las reivindicaciones locales más
inmediatas. Es necesario saludar y reconocer el compromiso que han mostrado los
militantes comunistas de Bogotá en el impulso de las jornadas de protesta en
muchas localidades y en distintos sectores sociales que están en pie de lucha
con mucha iniciativa y compromiso frente a la protesta y la indignación
ciudadana.
 Es importante entonces que cada
militante comunista contribuya con su esfuerzo a fortalecer el proceso de
indignación, contribuyendo a que este se transforme en proceso organizativo y
desde este escenario contribuir al fortalecimiento de nuestra organización
partidaria. Es hora de poner al servicio de este momento - que muchos han dado
en calificar como histórico- todo nuestro acumulado y experiencia organizativa
y política, para que el movimiento pase del espontaneismo y la iniciativa
coyuntural, a un movimiento que logre transformaciones reales frente a la
problemática que vive la sociedad, por eso es importante y necesario que desde
las asambleas populares los militantes comunistas, contribuyamos a la acción
pedagógica, a organizar y proteger la movilización y el derecho a la protesta,
evitando que las políticas represivas y la acción de la ultraderecha organizada,
 continué imponiendo su política de miedo
y  para justificar la violencia contra el
pueblo. Igualmente las asambleas deben servir para construir las tareas que
debe desarrollar el movimiento desde la localidad, elaborando las reivindicaciones
territoriales y los planes de acción, para que estás logran concretarse en
ejercicios políticos de exigibilidad ante las autoridades locales, distritales
y nacionales. Por ahora decir que nuestros objetivos están, en obligar al
gobierno neoliberal a rediscutir el plan nacional de desarrollo, y el
congelamiento de las medidas económicas anunciadas, también exigiendo el cese
de la acción criminal contra el movimiento social, pasando por el desmonte del
paramilitarismo y el respeto a la vida, así como el cumplimiento al acuerdo de
paz, y los acuerdos con el movimiento social, (estudiantes, indígenas,
campesinos, maestros y sector estatal, entre otros.) también estamos exigiendo
la renuncia del comandante de la policía de Bogotá, y el desmote del aparato
criminal del ESMAD.
Es importante entonces que cada
militante comunista contribuya con su esfuerzo a fortalecer el proceso de
indignación, contribuyendo a que este se transforme en proceso organizativo y
desde este escenario contribuir al fortalecimiento de nuestra organización
partidaria. Es hora de poner al servicio de este momento - que muchos han dado
en calificar como histórico- todo nuestro acumulado y experiencia organizativa
y política, para que el movimiento pase del espontaneismo y la iniciativa
coyuntural, a un movimiento que logre transformaciones reales frente a la
problemática que vive la sociedad, por eso es importante y necesario que desde
las asambleas populares los militantes comunistas, contribuyamos a la acción
pedagógica, a organizar y proteger la movilización y el derecho a la protesta,
evitando que las políticas represivas y la acción de la ultraderecha organizada,
 continué imponiendo su política de miedo
y  para justificar la violencia contra el
pueblo. Igualmente las asambleas deben servir para construir las tareas que
debe desarrollar el movimiento desde la localidad, elaborando las reivindicaciones
territoriales y los planes de acción, para que estás logran concretarse en
ejercicios políticos de exigibilidad ante las autoridades locales, distritales
y nacionales. Por ahora decir que nuestros objetivos están, en obligar al
gobierno neoliberal a rediscutir el plan nacional de desarrollo, y el
congelamiento de las medidas económicas anunciadas, también exigiendo el cese
de la acción criminal contra el movimiento social, pasando por el desmonte del
paramilitarismo y el respeto a la vida, así como el cumplimiento al acuerdo de
paz, y los acuerdos con el movimiento social, (estudiantes, indígenas,
campesinos, maestros y sector estatal, entre otros.) también estamos exigiendo
la renuncia del comandante de la policía de Bogotá, y el desmote del aparato
criminal del ESMAD.  Es importante anotar que el Partido
Comunista en Bogotá está vinculado a todas las expresiones de coordinación que
se impulsan actualmente, haciendo parte del Comando Nacional de Paro, que ha acordado
después de largas jornadas de discusión, realizar ejercicios de balance y
proyección todos ,los días a las 6 pm en Fecode. Pero lo más importante es que
cada militante comunista de Bogotá este en la organización de las asambleas
populares y tomando la iniciativa para fortalecer la conducción política a
partir de la unidad con otros sectores sociales y políticos que se expresan en
cada territorio.
Es importante anotar que el Partido
Comunista en Bogotá está vinculado a todas las expresiones de coordinación que
se impulsan actualmente, haciendo parte del Comando Nacional de Paro, que ha acordado
después de largas jornadas de discusión, realizar ejercicios de balance y
proyección todos ,los días a las 6 pm en Fecode. Pero lo más importante es que
cada militante comunista de Bogotá este en la organización de las asambleas
populares y tomando la iniciativa para fortalecer la conducción política a
partir de la unidad con otros sectores sociales y políticos que se expresan en
cada territorio.
Hoy, participaremos de la jornada
de paro convocada por el comando nacional como expresión de solidaridad con
joven asesinado por el ESMAD, Dylan Cruz y a todos los jóvenes que han puesto su
ejemplo y compromiso en la promoción de esta importante lucha que libra el
pueblo colombiano contra las políticas neoliberales del gobierno de Iván Duque
y los gremios económicos que lo respaldan.
Alfonso Castillo
Militante Comunista
Bogotá 27 de noviembre de 2019.
 
 
 
 
 
Si bien es cierto que el Comando Nacional de Paro es una fuerza Sindical y gremial importante para la consolidación y desarrollo del Paro Nacional;no hay que olvidar la importancia de los barrios y los sectores populares no organizados que también quieren hacer sentir su voz, bien lo expresa el camarada Castillo cuando mencionado que el papel de un comunista siempre está del lado de las masas, entiéndase como masa el pueblo explotado y desposeído por este sistema.
ResponderEliminarDe ahí los mal llamados "comunistas de base" debemos emprender la lucha contra la burocratización del movimiento, además de cumplir nuestra labor de aportar en la cualificación y Organización del movimiento, debemos también hacer el llamado y negarnos a todo tipo de oportunismo al interior del Comando Nacional de Paro y presionar para la consolidación del Comando Popular d Paro donde los sindicatos actúen como fuerza y no como jefes.
Los comunistas tenemos la obligación de sentar nuestra voz contra los malos líderes sindicales y negar rotundamente sus vocerias ante el gobierno hasta que no haya una consolidación real de las masas, consolidación que debemos fomentar con rapidez pero sin flaquear en principios.
GRACIAS
EliminarEstamos en las calles apollando al paro Dilan no a muerto Dilan aún está presente
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