Alfonso Castillo Garzón
Defensor de los Derechos Humanos
…Y las victimas del conflicto, cuando?
Esta semana el gobierno de Gustavo Petro dio a conocer el listado de 18 ex - jefes paramilitares, a quiénes se les nombraba como gestores de paz, esto en el marco del compromiso que este gobierno tiene con el desarrollo de la política de la paz total, a través de la que se busca el diálogo con distintos grupos armados con el propósito de llegar a acuerdos que pongan fin a la violencia política y social que desafortunadamente sigue viviendo el país.
Como se ha referido en varias oportunidades desde esta columna de opinión, la búsqueda de una solución dialogada con los distintos grupos armados es una apuesta audaz que el gobierno de Gustavo Petro está promoviendo y la cual vale la pena seguir respaldando en tanto que se reconoce, que persistir en la salida militar para enfrentar a estos grupos armados, sólo hace que la guerra se intensifique y como ha venido sucediendo en los últimos años en Colombia, tiende a atomizar existencia de ellos, particularmente cuando se trata de establecer diálogos y acuerdos con grupos cuyo propósito fundamental, es el desarrollo del negocio criminal del narcotráfico.
En ese sentido respaldar la política de paz total es hoy un compromiso de las víctimas del conflicto armado, porque a través de esta política, se privilegia el diálogo como herramienta para la búsqueda de la solución a un conflicto que militarmente se ha prolongado en los últimos 50 años en Colombia.
Sin embargo, y estando de acuerdo con la política de paz total no es posible que todas las acciones que se promuevan desde el gobierno cuenten con el respaldo de las víctimas, por ello vale la pena preguntarse, qué tanto podrán aportar a la solución del conflicto actual con los grupos armados dedicados al narcotráfico, nombrando como gestores de paz antiguo ex comandantes de las autodefensas, Teniendo en cuenta que los nuevos grupos obedecen a nuevas formas de actuar criminal en muchos casos relacionados con carteles internacionales de las drogas, y en todo caso, en una carrera horrorosa de escalonamiento de la degradación del actuar de los grupos criminales, en donde pareciera que hay una suerte de competencia para corroborar cuál de ellos tiene mayor capacidad de intimidación sobre la población para demostrar su “control territorial”.
No resulta claro, establecer si hay algún nivel de autoridad de estos antiguos comandantes paramilitares, Sobre las nuevas estructuras criminales que hoy operan en el país, que como bien dice el presidente Gustavo Petro fueron “traicionados” en el proceso de desarme y desmovilización del año 2005 y que con este nombramiento se procura dar cierre a ese proceso, tal vez resulta un poco simplista o quizá ingenuo, pensar que las nuevas estructuras criminales, son continuidad de aquellos grupos que operaron bajo la denominación de Autodefensas Unidas de Colombia.
Más allá de esta consideración hay dos temas que resultan bastante preocupantes en relación con el listado de nuevos gestores de paz.
Y aunque el gobierno es autónomo en desarrollar los ejercicios que resulten favorables para hacer que el proceso de la paz total avance y logre los resultados que el país está reclamando, es bueno que para estos desarrollos de alto impacto, la opinión de las víctimas tenga un espacio, si se trata de actuar en consecuencia y cómo se ha manifestado en reiteradas oportunidades, que las víctimas son el centro de la construcción de la paz. No tener en cuenta esta opinión o no hacer ejercicios de consulta y participación respecto a estos hechos, podría terminar en revictimización a las víctimas esto si se considera que algunos, de ellos, nada o poco hizo para aportar verdad, ni mucho menos con la reparación y la justicia a las víctimas y mucho menos a las garantías de no repetición, incluso algunos de ellos han sido expulsados de los procesos de justicia y paz y de la jurisdicción especial para la paz justamente por no tener ninguna disposición a contribuir al esclarecimiento de la verdad.
La figura de gestor de paz se otorga a quien teniendo las condiciones para ayudar a acercar a las partes para que haya el diálogo que se requiere en la búsqueda de La Paz, sin embargo, ésta no puede ser la única consideración. No puede ser gestor un personaje como Hernán Giraldo Serna, que además de su accionar criminal en el marco del conflicto armado interno, está siendo denunciado e investigado por múltiples hechos de violencia sexual contra menores de edad, incluso cuando estaba recluido en la cárcel. este reconocimiento además de oprobioso, resulta inconsecuente con el compromiso que el propio gobierno del cambio ha defendido en relación con los derechos de las mujeres.
Defender la búsqueda de la paz a través de una política de diálogo, es sin duda alguna, un paso positivo que debe ser respaldado por las víctimas en acompañamiento a la determinación del gobierno del cambio para poner fin al conflicto armado en Colombia, sin embargo, esto no puede significar, que no se hagan las observaciones necesarias frente a ciertas actuaciones, que en el marco de esa búsqueda resulta más inconvenientes y con toda seguridad, llenan de desconcierto y sin sabor a las miles y miles de víctimas del conflicto armado que aún hoy siguen esperando que los responsables de este accionar criminal demuestren su voluntad para aportar a la verdad, a la justicia y a las garantías de no repetición.
Polo Polo, entre el negacionismo y burla a las madres de los falsos positivos
A este situación se suma un hecho que indigna y revictimiza a las víctimas del conflicto armado en este caso a las madres de los denominados falsos positivos, esta vez provocado por el representante a la cámara Polo Polo quien el día 5 de noviembre en un acto de desfachatez e insensatez arremetió contra una jornada por la memoria y la dignidad, organizado por las madres de Soacha en la Plaza Núñez, en la que el representante arrojó a la basura, decenas de botas que se exhiben como símbolo de dignidad memoria y resistencia contra la impunidad.
| Foto tomada de Alponiente https://alponiente.com/logoi-botas/ |
Este acto demuestra la profunda ignorancia y desconocimiento de la historia reciente el país y en un ejercicio de negacionismo, por parte del representante a la cámara, como es propio de los dirigentes de la ultraderecha y particularmente de los seguidores del Centro Democrático, quien posteriormente y en el recinto de la cámara se atrevió a negar la existencia de los falsos positivos, cuestionando el número que ha establecido la Justicia Especial para la Paz de los 6042 jóvenes que fueron asesinados por la fuerza pública en el desarrollo de una estrategia infame en las fuerzas militares de este país, para presentar resultados en la lucha contra la insurgencia, la cual consistía en engañar jóvenes de los barrios populares de distintas ciudades con una supuesta oferta de empleo para luego asesinarlos y hacerlos pasar como guerrilleros dados de baja en combate.
El señor Polo Polo, pretende en un nuevo acto de negacionismo, que pretenden hacerle creer al país que la violencia y la guerra no existió, y que mucho menos parte de esos hechos delictivos fueron cometidos por miembros de la fuerza pública.
Desde esta Tribuna expresamos toda la solidaridad con las víctimas del conflicto armado, y especialmente con las madres de los falsos positivos que han tenido que afrontar durante estos últimos años, burlas, amenazas, y todo tipo de señalamientos, por parte de los voceros de la extrema derecha, que han justificado y justifican todo tipo de crímenes cometidos contra los sectores más vulnerables de la sociedad, todo para legalizar una guerra que a todas luces les trae particulares beneficios a ellos. Asimismo nos sumamos a las exigencias que de distintos sectores de la sociedad y el movimiento de Derechos Humanos le exigen al representante Polo Polo, su inmediata renuncia, o al menos la apertura de una investigación disciplinaria por parte de la comisión de ética del senado.
Bogotá, 18 de noviembre 2024

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