...el fin de la capital de la
paz?
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Humanos
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El 25 de octubre del año 2015 los
bogotanos "elegimos" un nuevo gobierno para la ciudad, sin embargo es
necesario decir, que este nuevo de gobierno no es un simple cambio de nombre de gobernante, se trata en lo
fundamental de un cambio de estilo de gobierno y sobre todo la reorientación en
el modelo de construir la ciudad y la ciudadanía, este viraje de modelo en la gobernabilidad de
la ciudad, es el resultado de 8 años de ofensiva mediática política e
ideológica contra gobiernos democráticos y de progresistas, que se habían
instaurado una ciudad en los últimos 12 años.
Algunos de los elementos que corroboran este cambio de modelo para la ciudad son los siguientes: En primer lugar el discurso está concebido con una “promesa ambigua de la ciudad mejor para todos”, con la cual trata de ocultarse un modelo tecnocrático que se expresa y se ve reflejado en los secretarios de despacho, que ahora son más personas con vocación administrativa y gerencial, que con un compromiso claro con la ciudadanía y sus problemas más sentidos.
Ahora el discurso se fundamenta en la idea de una “modernización
urbanística” dando la sensación a la ciudadanía de que en el pasado no hubo
nada y que todo fue mal hecho nada. Con eso quiere disfrazar u ocultar que en
realidad de lo que se trata es de crear una ciudad al servicio del gran capital
financiero e inmobiliario, colocando la ciudad al servicio de los intereses de
los grandes proyectos inversionistas, de los ricos capitalistas. Con este discurso
entonces, se va a justificar ahora echar cemento por todas partes, dejando
atrás todo el proyecto ambiental que se venía consolidando en la ciudad en el
último período. Tras este discurso el alcalde y la administración que llega,
intenta imponernos esta nueva forma de entender la ciudad, ocultan caro esta,
que este desarrollo urbano se hará a costas
de la reducción del presupuesto para inversión social, justificado entre otras
cosas por la crisis del precio del petróleo, pero también, con la de la venta
del patrimonio los Bogotanos, cómo pueden ser la empresa de acueducto, el
servicio de recolección de basura y las acciones que se tienen empresa energía
eléctrica de Bogotá y la empresa transportadora de gas o como lo ha anunciado
la venta de ETB.
El modelo que impondrá Peñalosa, en
el desarrollo de la ciudad a través del Plan de Ordenamiento Territorial, que
trazara el destino de la ciudad para los próximos años, estará centrado en una
fuerte acción para el desarrollo de la ciudad que se expande hacia los bordes,
echando para atrás la política que se intentó promover durante el gobierno de
Gustavo Petro, de fortalecer el crecimiento en el centro ampliado de la ciudad.
Cómo está anunciado se va a
rediseñar la construcción del metro, modificando su trazado original el cual se
invirtieron millonarias sumas de la ciudad, igualmente se va a impulsar una
política de construcción de malecones y parques lineales sobre los ríos, lo que
significará afectar gravemente la protección al medio ambiente, esto por
supuesto en el marco del discurso que ya conocemos de Peñalosa de “la ciudad bonita”,
sin embargo esta ciudad bonita aumentará los niveles de segregación y exclusión
de sectores empobrecidos y marginados, igualmente sucederá con los sectores
sociales en los que se reducirá la inversión social, por ejemplo, los
discapacitados y las comunidades LGBTI, que nuevamente verán como sus intereses se
verán afectados, al ser desconocidos por la nueva administración.
El interés del alcalde es
continuar el proyecto impulsado en su primera administración, para fortalecer
la construcción de troncales de Transmilenio,
con todo el modelo contaminante que ha significado este medio de transporte.
Pero quizá el aspecto más
preocupante que deja entrever los primeros días de gobierno del alcalde
Peñalosa, es el anuncio de recorte presupuestal del 20% en muchos programas y
dependencias, lo que en algunos casos, significa aumentos superiores a este
porcentaje, afectando gravemente el desarrollo de las políticas sociales que se
venían impulsando en administraciones pasadas.
No menos grave será el recorte de
un 40% en la inversión para gastos de la salud pública lo que significa como
viene sucediendo el desmonte del programa de
territorios saludables, suspensión de todos los programas anunciados
para el desarrollo y reapertura del hospital San Juan de Dios, así como
seguramente, se detendrá el proyecto de construcción de nuevos hospitales en
varias localidades, también cómo se viene diciendo se montará el programa que brindaba atención especializada la
población farmacodependiente. Este anuncio en el recorte presupuestal no es
otra cosa que incorporar la salud al modelo neoliberal de privatizaciones que
impulsa actualmente el gobierno nacional, con él, vendrán más adelante anuncios
de seguras privatizaciones de hospitales o por lo menos venta parcial de
algunos servicios que se prestan en la red pública hospitalaria de la ciudad.
En materia de educación la
situación no es menos grave, se retoma a la política de colegios en concesión y
se impulsará el modelo de jornada única, sin brindar mejorías laborales a los
docentes a los cuales se vinculara, a programas de contrato de precarización
laboral, así también, veremos cómo se disminuye la inversión para la ampliación
de cobertura y mejoramiento de la calidad de la universidad distrital. El alcalde
Peñalosa, seguramente establecerá una alianza con el Ministerio de Educación con
la que se fortalecerá como lo viene haciendo el gobierno nacional el programa
de “ser pilo paga” y desestimular a el aumento de cupos en la universidad pública
de la ciudad.
Los anunciados planes de vivienda
que afectarán al medio ambiente tanto en el norte, cómo en el occidente de la
ciudad, sólo favorecerán el sector financiero y a las constructoras, logrando
obtener mejores condiciones económicas para los bancos y el sector inmobiliario,
de ninguna manera este modelo de construcción resolverá el problema de vivienda
de interés prioritario, y en todo caso se trata de un modelo de construcción de
vivienda en las extramuros de la ciudad, lo que finalmente significará mayores
inversiones en extensión de la red de servicios públicos hacia esas zonas de la
ciudad.
Los sectores como mujeres, comunidad,
LGBTI, discapacitados, afros y población vulnerable, niños y niñas,
adolescentes y jóvenes, deberán estar atentos, pues todo esto anuncio de
recorte afectarán las conquistas producto de la lucha de estos sectores, por
mejorar sus derechos y el desarrollo de políticas públicas construidas con
enfoque de derechos y garantías, hoy por ejemplo, se está anunciando la
reducción del personal vinculado a los comedores comunitarios y los jardines de
la Secretaría de Integración Social, así como, el cierre de los CAMAD, donde se
atiende población farmacodependiente.
El sector de víctimas está en
gran incertidumbre, pues el alcalde Enrique Peñalosa no ha mencionado este tema,
ni en el desarrollo su campaña, ni durante, los primeros días de su gobierno. Aquí
hay que decir que los últimos 12 años la ciudad ha visto crecer el compromiso
con las víctimas y sus derechos, no solamente reflejado en el aumento de la
inversión presupuestal, sino en el desarrollo con enfoque de derechos, que
inclusive llegaron a ir mucho más allá de lo establecido en la ley 1448/11.
Hoy estos programas podrían verse
afectados con el anuncio de la reducción del presupuesto y más aún, una
reducción en el desarrollo de los programas llevándolos al límite más bajo
establecido por la ley de víctimas, lo que significaría un grave retroceso y en
todo caso una violación a la ley de víctimas y al desarrollo jurisprudencial
establecido por la corte constitucional, en el sentido de no poder reducir
presupuesto, ni programas que impliquen vulneración el principio de la
progresividad, que debe regentar los programas de atención a víctimas.
Esta omisión del tema de víctimas
por parte de la nueva administración, trae consigo varias preguntas por ejemplo,
qué va a pasar con el programa de vivienda para las víctimas? cuál va a ser el
modelo y el enfoque con el que se van a desarrollar las políticas públicas? Es
importante saber si entonces se van a seguir desarrollando los programas de
generación de ingresos que se están impulsando?, también saber cómo se
fortalecerá el tema de la política de participación de las víctimas en la
implementación de los programas y en todo caso en la implementación de los
acuerdos de paz, en el que el tema víctimas juega un papel importante?, cuál será
entonces el enfoque que se dará a la atención preferencial, a grupos como las
mujeres, población afrodescendiente, indígena, a los niños y niñas y no menos
importante, conocer, cuál será el compromiso de la administración de Enrique Peñalosa,
para el desarrollo del programa de reparaciones colectivas o el impulso al
programa de retorno reubicaciones y restitución de tierras que se venía adelantado?.
En los últimos años la ciudad de
Bogotá había jugado un papel importante en el impulso respaldo al proceso de
diálogos que actualmente se adelanta, así como el estímulo al proceso
organizativo de las comunidades, para crear comités de paz y derechos humanos, con
la omisión del tema Paz, por parte del mandatario actual de la ciudad, cabe
entonces la pregunta sí este tipo de acciones se continuarán desarrollando? Es
te aspecto es preocupante dado que el país atraviesa por una coyuntura en la
que se deben emprender todas las acciones posibles en favor del logro de la paz
duradera y estable.
Este panorama que dibuja los
primeros anuncios de la administración de Enrique Peñalosa, no nos deja la
menor duda, esta es una administración neoliberal, elitista, autoritaria y con espíritu
revanchista. Qué viene a desconocer los avances y conquistas que se dieron en
los últimos 12 años de gobiernos democráticos y progresistas. Ante este
panorama es la hora de que las enormes reservas populares y democráticas que
tiene la ciudad, se pongan de manera articulada, coordinada y planificada, a
organizar la resistencia para enfrentar estas arremetidas, que sin duda alguna
significada en un retroceso en las políticas sociales que tenía la ciudad.
La tarea hoy, es trabajar por
organizar las comunidades beneficiarias de las políticas y los programas
sociales, desarrollar acciones para sensibilizarlas, en el sentido defender las
conquistas e impulsar la movilización ciudadana, por la defensa de ellas, así
como la protección del patrimonio público. Esta tarea se desarrolla la par que
usamos el trabajo de pedagogía por la paz y la preparación del paro Cívico
nacional, que en Bogotá debería tener una fuerte manifestación tanto en su
preparación, como en su desarrollo, para mostrarle tanto el gobierno nacional,
como al de la ciudad, que los derechos sociales deben ser respetados, que la
paz es inversión social y no ella no puede ser utilizada, como mero eslogan
para hablar de la paz, sin el compromiso de los gobernantes a desarrollar
programas y políticas sociales, que ayuden a superar la inequidad, la
desigualdad, la pobreza y la injusticia, que ha reinado por tantos años en
nuestro país, sólo la movilización de los ciudadanos, el movimiento social y
popular, lograra concretar la idea de convertir a Bogotá en la capital de la
paz.
Bogota, Febrero 8 de 2016

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