miércoles, 6 de noviembre de 2024

Pedagogía pal cambio

Por: Alfonso Castillo Garzón 

Defensor de los Derechos Humanos 


Dos años de una experiencia inédita 


En agosto del año 2022 Colombia inició,  un ejercicio de gobierno,  el cual es el resultado de importantes luchas y movilizaciones sociales realizadas por distintos sectores, en una larga trayectoria de luchas y movilizaciones, que comprometen a distintos sectores sociales,  entre los que se destacan el movimiento sindical, el campesinado y el movimiento indígena, las organizaciones estudiantiles y juveniles, el movimiento de victimas y derechos humanos y la muy significativa movilización de mujeres y diversidades, siendo muy significativo, el denominado “estallido social” del año 2021,  movilizaciones estas,  en exigencia de cambios y transformaciones sociales, el logro de la paz con justicia social,  pero también cambios y transformaciones en las políticas sociales y económicas que permitan superar la profunda desigualdad e inequidad que existe en la sociedad colombiana desde hace muchos años.


Este cambio,  no es de poca importancia, no se trató simplemente, del cambio de un gobierno a otro,  lo que se ha provocado es la llegada al gobierno de un proyecto de carácter progresista, democrático y popular,  claramente comprometido en dar cumplimiento a esas transformaciones, que esas movilizaciones y luchas sociales se que se libraron durante muchos años en el país logren materializarse, sin embargo, el logro de esos cambios,  que de acuerdo a lo planteado en el programa del gobierno progresista de Gustavo Petro no son cambios estructurales,  ni mucho menos, el cambio de modelo económico para el país.  Se trata sencillamente,  de cambios que permitan garantizar al pueblo colombiano acercarse a un ejercicio democrático y garante de derechos sociales,  que durante 30 años de aplicación del modelo económico neoliberal en el país,  le fueron  negados o  recortados,   porque justamente esas políticas neoliberales convirtieron los derechos fundamentales en un negocio que solo logró beneficiar a  las élites económicas y políticas,  e incluso otorgó beneficios y privilegios a grupos económicos transnacionales. 


Pedagogía, pedagogía, una y otra vez, es la tarea.


Hoy, ese gobierno democrático y progresista enfrenta una feroz ofensiva liderada por las clases dominantes, que siente como una amenaza sus históricos privilegios económicos, pero sobre todo, a que el país siga conociendo cómo efectivamente esas clases poderosas, promovieron una guerra contra el pueblo, saquearon los recursos naturales, y robaron recursos públicos, desmontando de manera cada vez más profunda, el acceso del pueblo a derechos fundamentales, los cuales a través de normas hechas al tamaño de la necesidad de los grupos económicos fueron convirtiéndolas en negocios para aumentar sus sus ganancias.


Esta estrategia desestabilizadora que el presidente Gustavo Petro ha denominado “golpe blando en marcha”, es la clara demostración, que las élites no están interesadas en permitirle a los sectores democráticas y populares, continuar el proceso de cambio y transformación, ese plan también es la demostración de la actitud mezquina y criminal con las que las élites colombianas han gobernado el país y por ello no van a permitir ceder ningún espacio en el que sientan amenazados sus privilegios políticos y económicos. 


Es por esta razón, que hoy cobra un nuevo significado, el papel de la acción educativa y pedagógica en las dinámicas organizativas de los sectores democráticos, progresistas, populares y revolucionarios, porque esta labor se convierte en un instrumento potente para la profundización de las transformaciones del país requiere en la vía de restituir la paz y los derechos sociales y económicos vulnerados a la sociedad por tantos años. 


La tarea hoy es multiplicar la acción pedagógica, al mismo tiempo que se multiplica el fortalecimiento organizativo y la movilización popular en las calles. 


Se requiere acciones sistemáticas, a lo largo y ancho del territorio nacional, dotado de importantes herramientas didácticas, para que la labor pedagógica permita al conjunto del pueblo retomar la importancia de la formación política, social y económica con perspectiva de clase, democrática y transformadora.


Se trata de una acción pedagógica, que permita, con metodologías participativas, muy dinámicas y audaces, tanto en los tiempos, como en las metodologías de la educación popular tanto presencial como virtual, ampliar la información de los sectores populares con una perspectiva democrática, al mismo tiempo que entregue herramientas para la construcción de un pensamiento crítico tan necesario hoy para amplios sectores de la sociedad colombiana, que durante muchos años han sido mal informados por la gran prensa a lo que se suma, la ausencia de educación en historia y ciencias sociales en la formación académica.


Los contenidos de este ejercicio pedagógico deben ser sin duda, los que permitan comprender la historia de las luchas populares en nuestro país, rescatando la bravura, continuidad y sacrificio que ha significado para el pueblo colombiano cada derecho conquistado a lo largo de una larga trayectoria de movilizaciones y procesos organizativos. 


Esta pedagogía debe permitir igualmente que el pueblo entienda cómo funciona la estructura del Estado colombiano, retomar la importancia de la constitución política del 91, comprender cuáles son los impactos económicos sociales y culturales de la implementación del modelo económico neoliberal. También es importante que se comprenda lo que significa el gobierno y la diferencia que se establece frente al poder real. Es necesario que se entienda la diferencia entre gobierno y poder, y allí mismo poder explicar, el impacto de la economía sobre las decisiones políticas.


Toda acción pedagógica popular debe explicar en profundidad, el papel que juega los medios masivos de comunicación y la necesidad de fortalecer los procesos de comunicación alternativa y popular desde los territorios utilizando diversas formas y herramientas de la comunicación el arte, la cultura y la agitación y propaganda desarrollada desde los procesos organizativos populares y alternativos. Es importante poder desentrañar cómo las clases dominantes han utilizado históricamente la violencia contra el pueblo, cuando éste exige garantía de derechos, pero también, el uso de esta, para sembrar el miedo e impedir que la sociedad se movilice para ampliar las conquistas sociales.


Una acción pedagógica popular, debe incorporar en sus ejercicios transformadores el rescate de las experiencias organizativas de las comunidades en la lucha por la ampliación de derechos, la protección del medio ambiente, la construcción de la paz, la lucha contra la impunidad, y la defensa de los derechos de las víctimas a verdad, justicia, memoria, reparación integral, y garantías de no repetición. No menos importante es rescatar la historia de los procesos organizativos de las mujeres en su batalla contra el patriarcado y por la exigencia del reconocimiento pleno de sus derechos de manera equitativa a la participación social económica y política del país, y más recientemente a las batallas para la erradicación de todas las formas de violencia de género y la construcción de espacios seguros para las mujeres, igualmente rescatar las luchas y las dinámicas organizativas de las comunidades LGBTIQ+, por el reconocimiento pleno de sus derechos.


Una acción pedagógica democrática y popular debe reivindicar el papel que juega la movilización y el derecho a la protesta como derecho humano, necesario para la superación de las inequidades sociales y económicas y la construcción de sociedades democráticas garantes de los derechos.


Esta necesaria acción educativa debe reforzar lo que significa el plan de desarrollo formulado por el gobierno del cambio, y con ello explicar la importancia y profundidad que tienen las reformas que se han promovido y que han desatado la ira de las clases dominantes. De esta manera se debe explicar que la reforma pensional, laboral, agraria, a la educación, si bien es cierto, no son cambios estructurales, pero sí son, un importante avance para reconquistar derechos vulnerados, pero sobre todo en la vía, de quitar privilegios a las clases dominantes que tienen, en estos derechos fundamentales una fuente de enriquecimiento y en ese sentido las reformas sociales de este proyecto, son un paso adelante en la vía de dar continuidad de este proceso de transformaciones.


Capítulo importante en el proceso de la pedagogía para el cambio, es explicar lo que significa la corrupción de la clase política y cómo esta ha sido utilizada para que las  élites se perpetúen en el poder, poder explicar que cada político que compra el voto necesita asegurar esos espacios para que desde allí se establezcan prácticas de corrupción y se desarrollen acciones normativas que amplíen la posibilidad de fortalecer sus riquezas a través de la contratación pública al mismo tiempo que garantice el no juzgamiento a estos crímenes.


La acción educativa debe explicar el contexto de las luchas de América Latina y el sur global, contra la dominación imperialista de los países más poderosos. También explicar que toda esta lucha que se desarrolla tiene que ver con aspectos ideológicos, explicando que la sociedad está en permanente lucha de ideas unas que intentan el desarrollo democrático y progresista en la humanidad y otras que pretenden mantener el control y el enriquecimiento de unos pocos, apilando a la intimidación, el miedo y el uso de la violencia y la guerra para mantener sus privilegios. 


Finalmente es importante destacar en este proceso educativo democrático, el papel que juega en los procesos organizativos y la construcción de la unidad popular como única alternativa válida para derrotar a estas minorías que dominan la sociedad que legislan y gobiernan sólo para favorecer los intereses de unos pocos, mientras aumenta la pobreza, la exclusión y la violencia contra las más amplias mayorías de la sociedad, no menos importante, es explicar que en esta lucha la naturaleza es un bien sobre el cual las clases dominantes han lanzado una ofensiva de depredadora en su afán de fortalecer su enriquecimiento. 


De esta manera, el papel de los movimientos sociales populares y progresistas hoy, así como, de los sectores alternativos, democráticos y revolucionarios, no es otro que fortalecer la dinámica organizativa, al mismo tiempo que se proyecten más continuas y gigantescas movilizaciones para lograr las transformaciones que la sociedad requiere en favor de la ampliación de los derechos, la protección del medio ambiente, la defensa de la vida y las transformaciones culturales, que den garantías al respeto a las diversidades, la derrota del patriarcado y el logro de una sociedad con justicia social y el logro de la paz y la democracia, la dignidad humana,  el respeto y protección de todos los seres vivos.


Bogotá, 5 noviembre 2024


 



3 comentarios:

  1. El edicto,está muy práctico; le agregaría que el pueblo desde su territorio,debe organizarse y crear sinergia de unidad trabajo y establecer sus referentes,para que en las próximas elecciones le debemos continuidad al proceso." Unidos somos más".

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  2. Al pueblo hay que educarlo, la educación es fundamental como herramienta política Democrática

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  3. Es deber significativo en mantener al tanto a las comunidades de como se mueve el sistema en este país, porque con pedagogía podemos despertar a esta opresión que por tanto tiempo nos ha hecho tanto daño.

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